Las palabras iniciales de Gálatas son como un tiro de cañón, cuya andanada se extenderá a lo largo de los seis capítulos de la carta de Pablo.
El apóstol no anda divagando en su saludo. No pierde tiempo en felicitar las virtudes de sus lectores, como lo hace en Romanos 1:8, 1 Corintios 1:4, y en la mayoría de sus otras epístolas.
Por lo contrario, salta directamente a los problemas inmediatos: su autoridad y su evangelio. Y tiene excelentes razones para hacerlo. Tanto sus credenciales como su mensaje han sido desafiados.
Acompáñanos en el repaso de esta lección, donde descubriremos más sobre las cartas a los Gálatas.