Tengo aquí en mis manos el registro de la primera Junta Directiva de la División Sudamericana, del año 1916. Aquí están los primeros acuerdos de la iglesia organizada en Sudamérica.
En los tiempos de Jesús, los judíos le daban gran importancia a los registros genealógicos, en especial para probar la pureza del linaje. Un sacerdote, por ejemplo, debía presentar un registro ininterrumpido de su árbol genealógico hasta Aarón.
Después del cautiverio babilónico, encontramos un ejemplo de eso. Ciertas familias no pudieron servir como sacerdotes porque “buscaron su registro de genealogías, y no fue hallado; y fueron excluidos del sacerdocio” (Esdras 2:62).
Para un judío del siglo I, no solo era interesante y natural que apareciera una genealogía al comienzo de una biografía, sino que también era esencial, ya que se trataba de un libro que pretendía probar que Jesús era el Mesías.
Foco: El foco de la lección de esta semana es mostrar, a través de la genealogía, el propósito de Dios al convertirse en Dios con nosotros.