Motivación: En el primer siglo había una oración que los judíos recitaban siempre: “Gracias Señor por no haber nacido mujer, gentil o esclavo”.
En aquel tiempo existían algunas restricciones impuestas a la mujer:
1. Normalmente solo los hombres podían ser dueños de alguna propiedad. Una mujer podía heredar los bienes de sus padres solo en el caso de no tener hijos del sexo masculino.
2. Si una mujer hacía una promesa o un juramento, solo podría mantenerlo si el marido estuviera de acuerdo.
3. Si una mujer no tenía hijos, se suponía que el problema era de la mujer.
Foco: Entender cómo debemos reflejar la actitud de Jesús en lo que dijo respecto a las mujeres.
Comprensión:
I. El papel de las mujeres en el ministerio de Cristo.
Pregunta 1: Solo el evangelio de Lucas presenta de manera reverente la elección que Dios hizo de tres mujeres que anunciaron la alegre noticia de la llegada del Mesías. ¿Qué significa esto?
Demuestra la dignidad que el Nuevo Testamento concede a las mujeres.
• María. Agraciada y bendita (Luc. 1:28).
• Elisabet. Madre de quien prepararía el camino para el Mesías.
• Ana. Con 84 años, viuda y pobre, vivía con la esperanza del cumplimiento de la promesa del Mesías (Luc. 2:36-38).
Pregunta 2: ¿Qué papel desempeñaron las mujeres en el ministerio de Cristo?
• Ayudaban a Jesús (Luc. 8: 1-3; 23:55, 56; 24:1-12).
• Aprendían de Jesús, lo seguían y lo apoyaban (Luc. 10:38-42; 8:1-3).
• Perseveraban en la oración (Luc. 18:1-8).
• Ministraron junto a la cruz (Luc. 23:55, 56).
• Fueron las primeras en anunciar la resurrección (Luc. 24:10-12).
II. Cómo ministró Jesús a las mujeres
Pregunta 3: ¿Qué lecciones aprendemos de la resurrección del hijo único de la viuda de Naín? (Luc.7:11-17).
Dios no hace acepción de personas. Satisfacer las necesidades humanas era más urgente que meros rituales (él tocó al muerto).
Pregunta 4: Jesús rompió algunos paradigmas de la época a fin de valorizar y transformar a las personas. ¿Cuáles fueron esos paradigmas que rompió?
Hablar con mujeres en un ambiente público.
Aplicación:
1. Aunque sean iguales delante de Dios, los hombres y mujeres no son idénticos. Eso muestra que existen características específicas en la personalidad de cada uno que enriquecen la vida de la iglesia.
Hay una declaración destacada en el libro El evangelismo: “Ellas pueden hacer en el seno de las familias una obra que los hombres no pueden realizar, una obra que alcanza hasta la vida íntima. Pueden llegar cerca de los corazones de las personas a quienes los hombres no pueden alcanzar. Se necesita su trabajo” (p. 340).
Creatividad:
Cuando las mujeres creyentes experimenten un sentido de responsabilidad por las almas y el peso de los pecados ajenos, ellas trabajarán como Cristo trabajaba.