Dios no prometió que sus hijos nunca tendrían ocasión para llorar, sino que se comprometió acompañar a sus hijos aun en los momentos de llanto. Has cargado por años un dolor inmenso por tu pecado. Tal vez has pensado que es algo normal o que el tiempo lo arreglaría...Solo Cristo puede librarte de ese peso que llevas en el alma. Visita una iglesia adventista www.encuentreunaiglesia.com y participa de esta Semana Santa "Compasión"