Elena de White no creía que una cara larga representaba bien a la religión verdadera. Ella pensaba que los cristianos debemos ser la gente más feliz del mundo y cuando estamos desanimados una forma muy práctica de levantar el espíritu es cantar un himno.
Conoce más en: http://www.adventistas.org/es/espiritudeprofecia/100-anos-de-elena-de-white/
(Zolpidem)